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Celebramos el Día Mundial de los Humedales.

Cada año el 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales (DMH) para conmemorar la fecha de la firma del Convenio de Ramsar, relativo a la conservación de estos ecosistemas, en la ciudad iraní de dicho nombre el 2 de febrero de 1971.

Este año se cumplen el cincuentenario del que es considerado como el primer tratado ambiental moderno. El objetivo de esta efeméride es visibilizar y crear conciencia acerca del valor de los humedales para la humanidad y el planeta. Con este fin, cada año se selecciona un lema que ayuda a centrar la atención en alguno de sus valores y funciones esenciales.

El lema escogido para el Día Mundial de los Humedales 2021, “Los humedales y el agua”, ha sido seleccionado para llamar la atención sobre el papel esencial que juegan estos ecosistemas para nuestra propia supervivencia frente a la creciente crisis del agua.

Se está utilizando más agua de la que la naturaleza puede reponer y con ello se están destruyendo los ecosistemas más importantes para la vida, los humedales.

Algunas cifras que lo explican:

  • El agua dulce es limitada, sólo el 2,5% del agua del planeta es dulce y la mayoría está almacenada en los glaciares, casquetes polares o acuíferos subterráneos. Menos del 1% del agua dulce se puede utilizar y sólo el 0,3% se encuentra en los ríos y lagos.
  • Nuestro consumo de agua es aproximadamente de 10.000 millones de toneladas al día, aumentando un 1% cada año sobre todo con el aumento de la población ,mundial y está lejos de estar optimizado. Sirva como ejemplo que cada año se desperdician 1.300 millones de toneladas de alimentos, y el agua utilizada para obtenerlos equivale al caudal anual del río Volga, el más largo de Europa.
  • Esta situación repercute directamente sobre los humedales, con una pérdida directa del 90% de ellos desde 1700 y una tasa de desaparición actual tres veces más rápida que la de la desaparición de los bosques. Como consecuencia del cambio climático, esta desaparición es más dramática en zonas ya áridas, avivando el conflicto creciente por el acceso al agua potable. Una consecuencia directa de esto es que una de cada tres especies de agua dulce esté en peligro de extinción.

¿Es posible revertir esta situación? Por supuesto que sí, optimizando sobre todo su uso por parte de todos los sectores, que más consumen como la agricultura y la producción industrial; deteniendo el proceso de destrucción de los humedales y favoreciendo su restauración.

En ese sentido desde Canaragua trabajamos para el uso eficiente y preservación de los recursos hídricos en las islas mediante:

- la adopción de sistemas de gestión inteligentes que permitan optimizar el rendimiento de las instalaciones de la compañía y las de nuestros clientes a través de tecnologías avanzadas como la sectorización, la monitorización en tiempo real, programas de seguimiento y gestión de activos, o la limpieza avanzada de alcantarillado. Sólo en agua en los últimos años hemos ahorrado cerca de 6 millones de metros cúbicos (5.884.160 m3)

- la potenciación de la protección de los recursos hídricos alternativos y gestión de su utilización de manera sostenible para poder disponer, en situaciones de sequía o escasez de agua, de fuentes adicionales para disminuir el impacto del suministro sin afectar a los ecosistemas.

- el fomento de la reutilización de agua tanto en las actividades de la compañía como en las de nuestros clientes. En el año 2019 regeneramos más de siete millones de metros cúbicos en las islas.

- la implementación de un plan estratégico de biodiversidad para conocer la relación y las dependencias de la compañía con los ecosistemas, así como para proteger dichos recursos y el valor natural ante la vulnerabilidad al cambio climático. Para poder preservar la biodiversidad, la compañía se ha centrado en la naturalización de sus infraestructuras como estrategia clave. Todas nuestras instalaciones situadas en

lugares protegidos de las islas están completamente integradas en su entorno natural y favorecen sus funciones ecológicas mediante lo que denominan ‘plan de acción de biodiversidad. Dentro de los efectos de la naturalización también se encuentra la utilización de especies vegetales autóctonas y la eliminación progresiva de fitosanitarios, como herbicidas y pesticidas.

- el cálculo de la huella hídrica de nuestros servicios y procesos para una mejora continua de la eficiencia hídrica en las actividades de la compañía y también la de nuestros clientes, sobre todo del sector turístico.

- y el fomento de soluciones innovadoras para incrementar la resiliencia del entorno urbano frente al cambio climático e implementación de medidas de prevención y protección frente a episodios de sequía e inundaciones.